¿Por qué se rompen los matrimonios?

29/01/2022

El IV Observatorio de Derecho de Familia de la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA) ha determinado las causas más habituales de ruptura matrimonial a partir de una encuesta a los letrados de esta entidad, planteada el pasado mes de diciembre con un 95% de nivel de confianza y un 4,6% de margen de error.

En nuestro Derecho matrimonial rige un sistema no causalista que permite obtener la separación o divorcio cuando así lo solicite uno o ambos cónyuges, sin necesidad de alegar motivo alguno, siempre que haya transcurrido tres meses desde la celebración del matrimonio. Aunque, efectivamente, con carácter general sea irrelevante esta causa a efectos jurídicos, la ruptura de la relación conyugal se origina por distintos  motivos que los abogados de la AEAFA han compendiado en la siguiente relación:

  1. El desgaste, alejamiento y la falta de comunicación al que lleva el estrés provocado por la crianza de los hijos y el trabajo.
  2. Desenamoramiento. A veces, acompañado del inicio de una relación con una tercera persona.
  3. Infidelidades.
  4. Dificultades económicas.
  5. Discrepancias que surgen a raíz de la crianza y de la educación de los hijos. Se pone en evidencia estilos de vida y valores completamente distintos.
  6. La excesiva presencia de las respectivas familias políticas que generalmente ayudan, pero que a veces también ahogan. Sobre todo, cuando uno de los miembros de la pareja mantiene vínculos de excesiva dependencia con su familia de origen.
  7. Irritabilidad o mal carácter. En casa, con nuestros más íntimos, se nos caen las caretas. Aprovechamos la confianza de aquellos que más nos quieren y que nos necesitan para sacar la peor de nuestras versiones. ¿Nuestro verdadero yo?
  8. Elección de una pareja con un carácter incompatible e irreconciliable con el nuestro.
  9. Adicciones.
  10. Violencia de género, doméstica, trato inadecuado entre los miembros de la pareja.
  11. Dificultad para gestionar las emociones que genera el surgimiento de enfermedades, físicas o mentales, o agravamiento de las ya existentes en algún miembro de la familia.
  12. Cuando uno de los miembros de la pareja descubre y acepta su verdadera orientación sexual.

Buenas prácticas en la gestión del divorcio

La AEAFA señala diez “reglas de oro” que debieran observar los cónyuges durante el proceso de ruptura. Estas recomendaciones son las siguientes:

  1. Mantenga al margen del divorcio a los hijos. Nunca utilice a los hijos como arma arrojadiza contra el otro progenitor. El impacto psicológico de la ruptura es menor si los padres cooperan.
  2. No delegue en los niños, niñas y adolescentes la toma de decisiones esenciales.
  3. Intente racionalizar la situación. Evite dejarse llevar por los sentimientos.
  4. Intente alcanzar un divorcio de mutuo acuerdo. Es más económico que un procedimiento contencioso y le ahorrará sufrimiento emocional y tiempo. Según el Instituto Nacional de Estadística, el 78,9% de los divorcios en España son de mutuo acuerdo.
  5. Evite tratar con su cónyuge aquellas cuestiones sobre las que no se ponen de acuerdo porque acabarán discutiendo. Déjelo para su abogado. Hable únicamente de aquellas cosas sobre las que no hay discusión.
  6. Trate de agilizar el trámite. Ralentizar las discusiones sobre los efectos del divorcio no suele conllevar ninguna ventaja. Cuanto más se alargue una situación complicada, peor.
  7. Evite comparaciones con otros divorcios de parientes o conocidos. Recuerde que cada familia es un mundo, que todos los divorcios son diferentes y que, la mayoría de veces, no son comparables. Recuerde que el objetivo de un buen abogado de familia es confeccionar un traje a medida para su familia huyendo de clichés o fórmulas estereotipadas.
  8. Un buen convenio regulador perdura en el tiempo y merma el conflicto. Un convenio regulador es el documento en el que los cónyuges acuerdan las consecuencias personales y patrimoniales de una separación o divorcio. Su contenido se pacta de mutuo acuerdo y es de obligado cumplimiento después de la ruptura matrimonial.
  9. Si hay patrimonio, como la vivienda, repártalo. No es bueno mantener bienes en común una vez divorciados. Es foco de conflicto.
  10. Recurra a un buen abogado especializado en Derecho de Familia con habilidades multidisciplinares. Le ahorrará sufrimiento emocional y tiempo. A la larga será más económico.

Fuente: AEAFA

Este despacho es miembro de la Asociación Española de Abogados de Familia.